martes, 28 de julio de 2009

Buenas a todos

Sepan todos ustedes que tras un receso bien largo, después de dilucidar, escudriñar y corroborar la decisión de publicar estos prosapios escritos propios de mi catarsis creativa, los más directos responsables que embargaron mi conciencia a dar ese paso fue precisamente esa enorme deuda con mi seguidores (que por cierto son muy ínfimos en su número), de poner al aire toda esa serie de verdades, alborozadas de morbo, entrepiernadas con la ironía, bañadas con el almíbar de la verdad y sofreídas con la jugosa esencia de la sorna que a veces me caracteriza.

Muchos de estos relatos fueron escritos en los días aquellos cuando reverdecían las primeras hojitas de la mata creativa en aquella por fin lejana casa naranja de la cual hice parte por casi una década, así que en bandejita de plata, di sfruten y deléitense de toda esta clase de versos y escritos que tal vez algún día llegasen a la inmoralidad e inmortalidad de las páginas impresas.

Digo inmoralidad porque blancas páginas correrán la suerte (o la desgracia, depende el ángulo o tarima desde donde se mire) de perder su virginidad gráfica; e inmortalidad porque dicho atropello contra la corpórea existencia del papel, seguirá acompañándoles a los cazadores de libros y otras lindezas que deciden compartir dichas y penas en el desván.



El Mijín - desde tierras australes - Julio 2009